Su deficiencia no siempre se debe a un aporte insuficiente, sino a un consumo desproporcionado de proteína, sodio y fósforo, nutrientes que limitan la absorción y favorecen la eliminación
Al revisar en la dieta los alimentos ricos en calcio que se consumen, se detecta que, en general, la deficiencia de este mineral no se debe tanto a la escasez en la ingesta -nunca antes se había registrado un consumo tan elevado de productos lácteos-, como a la desproporción en el consumo de alimentos y nutrientes que limitan la absorción y favorecen la eliminación, en particular, el exceso de proteína animal y de fósforo. Por tanto, la medida dietética más efectiva para evitar deficiencias orgánicas de calcio debería centrarse menos en aumentar el consumo de lácteos o productos enriquecidos y apostar por equilibrar la dieta.
Más vegetales, menos proteína animal
Algunos vegetales son tanto o más ricos en este mineral que los lácteos. Es el caso de los siguientes, muy interesantes en la dieta diaria: semillas de sésamo (150 mg/100 g), frutos secos (150-250 mg/100 g), legumbres (150 mg/100 g) y verduras de hoja verde (col, brécol, espinacas, acelga, berros), con un aporte medio de 100 mg de calcio/100 g. El sésamo machacado se puede añadir a ensaladas, purés y cremas, también es posible condimentar con gomasio (sal de sésamo) e incluir el tahini o pasta cremosa de sésamo como alternativa en almuerzos y meriendas.
Como contrapunto, el exceso de proteína, de fósforo y de sodio, que se registra cuando es habitual y abundante el consumo de alimentos de origen, en especial de carne y derivados animal -sobre todo, si son productos procesados y salados-, descalcifica los huesos, ya que favorece la eliminación del calcio óseo.
Se estima que la ingesta diaria recomendada de calcio para la población adulta es de unos 800 mg/día y hasta 1.000-1.200 mg/día en fases concretas de la vida, como el periodo de máximo crecimiento infantil (en el primer año de vida y durante el "estirón" que marca el inicio de la adolescencia), en el embarazo y en la lactancia.
FUNCIONES ORGÁNICAS IRREEMPLAZABLES
Entre otras, el calcio cumple cuatro funciones principales en el organismo. A su papel primario en la formación de los huesos y de los dientes, se suma su participación en la contracción muscular, en la transmisión del impulso nervioso y en la coagulación sanguínea.
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